▷ EL DENGUE Y LOS NIÑOS: ¿POR QUÉ SON MÁS VULNERABLES?

El dengue es una enfermedad viral transmitida por mosquitos, el principal mosquito conocido a nivel mundial es el  Aedes aegypti. La enfermedad se presenta sobre todo en climas tropicales y subtropicales. 

El dengue puede afectar a personas de todas las edades, pero los niños tienden a verse más afectados por esta enfermedad.

Las razones por la cual los niños son más vulnerables son las siguientes:

1. Sistema inmunológico en desarrollo

El sistema inmunológico de los niños se encuentra aún en desarrollo, esto quiere decir que su capacidad para combatir infecciones puede ser más limitada en comparación con los adultos, haciéndolos más susceptibles a las complicaciones del dengue.

Durante los primeros años de vida, el sistema inmunológico de los niños está aprendiendo a reconocer y responder eficazmente a los diferentes patógenos, incluido el virus del dengue. A medida que se exponen a diferentes virus, bacterias y otros agentes infecciosos, su sistema inmunológico adquiere experiencia y se fortalece.

Sin embargo, en el caso del dengue, la inmunidad no es duradera y se basa en la exposición a diferentes serotipos del virus. Esto significa que si un niño se infecta con un serotipo específico del virus del dengue, solo desarrollará inmunidad frente a ese serotipo en particular, y si en el futuro se infecta con otro serotipo, corre el riesgo de desarrollar complicaciones más graves, como el dengue grave o hemorrágico.

Además, el sistema inmunológico de los niños tiende a tener respuestas inmunitarias más intensas y desequilibradas. Esto puede llevar a una reacción inflamatoria exagerada, lo que a su vez puede causar mayor daño en los tejidos y órganos del cuerpo.

También esta respuesta inflamatoria descontrolada puede contribuir a las complicaciones graves asociadas con la enfermedad.

2. Mayor exposición al mosquito

Los niños tienen mayor riesgo de exposición al mosquito del dengue por las actividades recreacionales que realizan, al pasar más tiempo al aire libre, jugando y explorando patios, parques, canchas que son lugares que  pueden estar infestados de mosquitos.

Así también el abandono y la falta de cuidado de estos campos abiertos principalmente en zonas endémicas donde juegan los niños, contribuyen a una mayor exposición y susceptibilidad al dengue.

Además que los niños pueden tener menor conocimiento y conciencia sobre las medidas de prevención, como el uso de repelentes o la eliminación de criaderos de mosquitos, y la gravedad de la enfermedad.

3. El sistema hemodinámico en desarrollo  

Este sistema se encarga de mantener el flujo de sangre constante a todo nuestro cuerpo a través de todos los vasos sanguíneos, que son las arterias y las venas.

A diferencia de los adultos, en los niños el sistema hemodinámico aún está en desarrollo, entonces cuando un niño se infecta con dengue, el virus invade directamente las células del sistema inmunológico, las células endoteliales de los vasos sanguíneos, las células hepáticas y otras de acuerdo a la afinidad del virus por diferentes órganos.

Muchas veces el daño directo en estas células más la respuesta exagerada y desequilibrada del sistema inmune a la infección da lugar a liberación masiva de sustancias inflamatorias, conocidas como citocinas, que afectan negativamente la permeabilidad de los vasos sanguíneos y causan fuga de líquidos al espacio extravascular, con pérdida de líquidos que puede llevar a una disminución significativa del volumen sanguíneo, acompañado de disminución de la presión arterial.

Todo este efecto producido por el virus del dengue en los niños es más difícil de controlarlo al tener un sistema vascular o hemodinámico en desarrollo, por lo que rápidamente puede terminar en choque o shock hemodinámico y finalmente la muerte, incluso sin haber presentado datos de sangrado.

Estos factores en conjunto hacen que los niños sean más vulnerables al Dengue y también entendemos porque se complican más fácilmente que los adultos, y muchas veces llegan a necesitar internación y en algunos casos cuidados en unidades de terapia intermedia o intensiva.

TRATAMIENTO DEL DENGUE EN LOS NIÑOS

El tratamiento del dengue en los niños consiste en controlar la fiebre con acetaminofén (paracetamol), evitar los antiinflamatorios no esteroideos (como el ibuprofeno o la aspirina) debido a que como les comentamos en el artículo de tratamiento del dengue que se encuentra en esta plataforma, puede aumentar el riesgo de sangrado.

Se debe priorizar la hidratación con abundantes líquidos para evitar la deshidratación y vigilar los signos de alarma como: dolor abdominal intenso o persistente, vómitos frecuentes o incontrolables, sangrado por la nariz, las encías o la piel, somnolencia, irritabilidad, manos o pies fríos, pulso débil o rápido y dificultad para respirar que indiquen una evolución hacia el dengue grave o hemorrágico.

Ante cualquiera de estos signos se debe acudir de inmediato a un centro de salud para recibir atención médica especializada.

PREVENCIÓN

Para prevenir el dengue en los niños, es importante tomar las medidas preventivas conocidas como: eliminación de agua estancada en el domicilio y lugares cercanos a la vivienda, uso de repelentes de mosquitos, uso de ropa de manga larga, uso de mosquiteros. Todos estos cuidados deben ser realizados por los padres y tutores de niños.

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BIBLIOGRAFIA

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