Sin educación formal, solo un poco más allá de la escuela de secundaria, Vivien T. Thomas desarrolló un procedimiento para tratar la enfermedad cardíaca cianótica conocida como el síndrome del bebé azul y se convirtió en pionero en el campo de la cirugía cardíaca. Hoy vamos a contarles la historia de un hombre que supo valerse por si mismo, luchando contra la desigualdad de oportunidades solo por ser de color y pese a eso nunca se rindió.
Vivien Theodore Thomas nació en 1910 en New Iberia, Louisiana, y luego asistió a la escuela secundaria en Nashville, Tennessee donde él y su familia vivieron la marginación y discriminación racial propia de la época. Al igual que la mayoría de los pobladores afroamericanos, el padre de Vivien contaba con escasos recursos económicos, ejerció la carpintería, oficio que le permitió proporcionar educación pública a sus dos hijos: Jarol y Vivien; quien logro su libertad a los 15 años.
Durante esta época era posible comprar el derecho a la libertad, lo cual no era fácil, tras largas jornadas laborales y sueldos insuficientes, muchos padres trabajaron durante toda su vida con el fin de pagar la libertad de sus hijos, hombres para liberar a sus esposas, hijos por liberar a sus padres, y demás historias similares que se desarrollaron de manera común con el único y anhelado fin de obtener la libertad.
Sus manos habían aprendido el oficio de carpintero, heredado del padre y como tal trabajó para costearse sus estudios. Vivien Thomas soñaba con ser médico y parte de sus ganancias se destinaron a su cuenta bancaria para la universidad. En 1929, la bolsa de valores colapsó y Thomas perdió sus ahorros para la universidad cuando muchos bancos cerraron.
En 1930, un buen amigo pudo conseguirle un puesto vacante en el Laboratorio de Cirugía de Vanderbitt, que estaba a cargo de un joven médico egresado de la Universidad Johns Hopkins, el Dr. Blalock. Thomas aplicó y el Dr. Alfred Blalock lo entrevistó. Blalock reconoció la mente rápida de Thomas y lo contrató. Thomas prosperó en el laboratorio de investigación haciendo experimentos de laboratorio y ayudando al Dr. Blalock con la cirugía.
Durante más de 12 años el Dr. Blalock y Vivien trabajaron mano a mano, tiempo que resultó suficiente para que Blalock pudiera darse cuenta de la gran habilidad con la que el joven se desenvolvía, además de la capacidad intelectual impulsada por el amor a la medicina. Vivien estudió y aprendió rápidamente, convirtiéndose pronto en la mano derecha del Dr. Blalock como técnico laboratorista, aun sin contar con un título que lo avalará.
Pronto Blalock se dio cuenta que aquel negro tenía manos especiales para la cirugía en animales porque lo vio practicando e interesándose en diversos aspectos. Lo hizo su investigador asociado. Ambos estudiaron las causas del choque hipovolémico que derivaría luego en el síndrome de aplastamiento. El procedimiento salvó la vida de miles de soldados en los campos de batalla durante la Segunda Guerra Mundial.
En 1941, la vida de Vivien Thomas cambió cuando a Blalock le ofrecieron un trabajo en la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland. Blalock aceptó la oferta solo si también se podía contratar a Vivien Thomas quien se mudó a Baltimore, pero aun asi se sufrio en carne propia la discriminación y la segregación como hombre negro. Pero sus investigaciones con el Dr. Blalock convencieron al médico de llevar a Vivien a la John Hopkins University (Baltimore, Maryland) en 1941 cuando a él le propusieron un importante cargo y la posibilidad de investigar.
Por esa época Blalock se interesó en la idea de la Dra. Taussig acerca de cómo resolver el dilema de los “bebes azules”. Esta especialista que también había sufrido discriminación por su sexo (la John Hopkins University sólo le confirió una plaza de profesora titular tras 16 años de mera instructora) apreció el trabajo de Vivien. Ella fue también una defensora del ingreso de los negros a las facultades de medicina y al sistema de seguro social.
Taussing sugería un complejo procedimiento para aumentar el flujo sanguíneo desde el corazón a los pulmones. Para tal operación se requerían, incluso, nuevos instrumentos médicos. Vivien comprendió el problema de la Dra. y puso manos a la obra en la experimentación con perros. Dos años después y luego de doscientas operaciones logró un procedimiento quirúrgico experimental satisfactorio. Anna, la primer perra operada, es el nombre del único animal cuya foto está en las paredes de la John Hopkins University.
Vivien había perfeccionado el procedimiento y fabricó las agujas quirúrgicas para el pecho de un niño, estaba listo para ser probado en humanos pero implicaba un gran riesgo.
A fines de 1944, llegó la hora de operar al primer ser humano. La bebé Eileen Saxon fue sometida a la intervención quirúrgica por adivinen quien: Blalock. Así es, el verdadero padre de la cirugía estaba en un banquillo y dirigió paso a paso la intervención. Vivien había operado decenas de perros, Blalock sólo una vez. Incluso los instrumentos fueron fabricados por Vivien. Aunque él era el indicado, el color de su piel impedía que operara a una blanca. La niña sólo sobrevivió dos meses, pero la siguiente operada recibió en perfecto estado el alta hospitalaria a las tres semanas. La técnica quirúrgica del Dr. Blalock y el Dr. Taussig fue anunciada en la prensa, pero nunca se mencionó la contribución de Thomas.
Un tercer caso satisfactorio hizo que Blalock y Taussig prepararan y publicaran en 1945 el texto anunciando su logro científico. Ni en una sola línea se habla de Vivien Thomas. En los siguientes doce meses más de 200 pacientes se habían salvado por la intervención quirúrgica.
Tal éxito brindó reconocimiento a la Johns Hopkins y a Blalock y su equipo, que excluía, por supuesto, a Vivien. El revolucionario acto lleva el nombre de Blalock-Taussig.
Con la cantidad de episodios racistas comunes en esos años, Vivien no resultó estar libre de estos maltratos, desde su comienzo en Vanderbitt y ahora en Hopkins recibió el salario mínimo, su empleo pertenecía a la clasificación 3 a pesar de desempeñarse como técnico laboratorista, lo que únicamente le permitía utilizar su sueldo para mantenimiento y limpieza. No dudó en exigir su derecho a un salario justo, acto que le permitió convertirse en el técnico mejor pagado de la institución en el año de 1946.
En el año de 1955, ya era momento de poner fin a la discriminación y la marginación en contra de la población de color, floreciendo el movimiento en pro de los derechos civiles; donde se citaba constantemente la constitución para hacer valer los derechos de todos los habitantes del país sin importar su color o su credo, movimiento que dio paso con la bandera de la no violencia liderada por Martin Luther King.
Blalock que nunca pudo vencer totalmente sus prejuicios raciales – reconoció y desconoció constantemente a su colaborador- murió a los 65 años, de los que 34 trabajó con aquel aprendiz superior. Ante tal hecho Vivien empezó a dirigir los laboratorios en Hopkins y lo hizo durante 15 años más. Fue el mentor de múltiples negros que entraron como técnicos y del primer residente afroamericano, el Dr. Levi Watkins, Jr, de la prestigiosa universidad.
Treinta y un año después de la primera operación para conjurar la tetralogía de de Fallot, en 1975, la John Kopkins University le concedió a Vivien un doctorado honorario en leyes, no se lo podían conceder en medicina por diversas restricciones.
Thomas no solo había sido el asistente de Blalock. Durante más de 20 años había formado en técnicas quirúrgicas a cientos de médicos. Con tal empeño que se ha ganado el reconocimiento de todos. Así que, en 1968, los que han sido sus alumnos deciden, sin contar con el hospital, pagar un retrato de Thomas. Y lo regalan al hospital para que figure en la galería de honor. El hospital cede y lo coloca junto al de Alfred Blalock. De hecho, en 1976 se le concederá a Thomas un doctorado honoris causa. Se ha hecho justicia sale por fin a la luz la verdadera historia de este coloso de la cirugía.
Vivien Thomas murió el 26 de noviembre de 1985, 20 años después que Alfred Blalock. A esas alturas, miles de niños habían sido ya operados con éxito siguiendo su técnica. A ambos les corresponde, sin duda, un lugar de honor en la historia de la Medicina. El Dr. Vivien la clara muestra de integridad humana, perseverancia, amor a la medicina, y demás adjetivos que describen a un ser humano ejemplar, escuchar sobre su vida en DiMedinet nos hace recordar aquel célebre discurso de Martin Luther King: “Yo tengo un sueño”, aun hacen eco estas palabras; Vivien Thomas el hombre que rompió paradigmas.
Mire nuestro video en Youtube, donde tendrás una presentación didáctica sobre este personaje y obtén una comprensión completa:
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Referencias
– Rocha, Oñate M.B. “Vivien Thomas: un ejemplo de vida.” Ciencia UG Revista Universitaria en Ciencias de la Salud, vol. 1, no. 1, Sept.-Dec. 2011, pp. 7+. Gale OneFile: Informe Académico, link.gale.com/apps/doc/A405484020/IFME?u=anon~8538414c&sid=googleScholar&xid=02f9bea1. Accessed 25 July 2022.
– Partners of the Heart: Vivien Thomas and His Work with Alfred Blalock (originalmente se publicó como Pioneering Research in Surgical Shock and Cardiovascular Surgery: Vivien Thomas and His Work with Alfred Blalock). Pensilvania: University of Pennsylvania Press, 1985.
– «Like Something the Lord Made», por Katie McCabe. Washingtonian Magazine, agosto de 1989. Reimpreso en Feature Writing for Newspapers and Magazines: The Pursuit of
Excellence, editado por Jay Friedlander y John Lee. También se puede acceder a este texto en el sitio del filme (más abajo), 1989.
– Partners of the Heart. American Experience, 2003.
– Stefan Timmermans: «A Black Technician and Blue Babies», en Social Studies of Science 33:2 (abril de 2003), 197–229.